martes, 7 de enero de 2014

Inicio de año, después del tiempo de la navidad.

Ha terminado el tiempo de navidad y nos quedan muchos recuerdos.  Recuerdos actuales que se van sumando a los de la infancia y la juventud; recuerdos que son la base de nuestra vida.  Cierto es que somos lo que recordamos, es decir: toda nuestra vida está marcada por hechos que vivimos con intensidad y que dan soporte a nuestra personalidad, son la base de nuestro comportamiento.

Ahora tenemos cosas muy diferentes a las de la infancia.  Cambian los tiempos, cambias los lugares, pero no podemos dejar de admirarnos ante la sonrisa de un  niño, la alegría por encontrar sus juguetes junto a su zapato puesto con la carta para los Queridos Reyes Magos.  La emoción por tomar una pelota que le regalan en la fila en la parroquia.   Y para nosotros los grandes se repite la emoción de tomar un regalo nuevo.  Bendito sea Dios que nos permite disfrutar un año más las emociones propias del tiempo.  Y que tengamos el ánimo encendido para aprovechar bien este tiempo maravilloso que nos ha tocado vivir.

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