En estos últimos meses nos ha impresionado mucho a todos, quienes seguimos las palabras de su Santidad el Papa, fieles laicos y sacerdotes, nos ha impresionado la actitud de cercanía a su pueblo. Pero nos impresiona mucho el lenguaje común y sencillo que emplea para compartir sus ideas, su mensaje, que es el mensaje de Dios para nuestro mundo, para nuestros días. Es interesante la facilidad con que enlaza las circunstancias de la vida diaria con los textos de la Palabra de Dios.
El día martes 28, comentando las actitudes del Rey David que danza con todas sus energías ante el arca de la Alianza, dijo Su Santidad: Pero ¿eres capaz de gritar cuando tu equipo de fútbol hace un gol y no eres capaz de cantar las alabanzas al Señor? ¿De salir un poco de tu contención para cantar esto? ¡Alabar a Dios es totalmente gratuito! ¡No pedimos, no agradecemos: alabamos!”
Esto es lo sorprendente: no tiene miedo a la crítica de los escuchas, que podrían molestarse por la comparación utilizada con un tema de la vida común, pero qué más común que los intereses y las actitudes de las grandes masas de la época. Cuánto tenemos que aprender.
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