La ayuda económica que la comunidad comparte dentro de la celebración eucarística es una ofrenda que cada fiel cristiano hace a la Iglesia para satisfacer las necesidades de la comunidad, sea para la atención de los necesitados o para los gastos del culto o para mantener en buen estado y mejorar el edificio que también se llama Iglesia o Templo.
Tenemos ahora la oportunidad de estrenar un piso laminado en el Templo de San Judas Tadeo, con la cooperación de un matrimonio de la comunidad y las limosnas de la misma comunidad.
Y otras mejoras se pueden ir presentando como un cañón -aparato electrónico- para uso en especial en la catequesis; unas sillas bonitas en el altar y pronto tendremos oportunidad de estrenar un centenar de sillas metálicas para comodidad de los asistentes a nuestra celebración eucarística.
Es un templo chico, dotado de las suficientes bancas para los fieles asistentes, pero siempre hacen falta lugares para muchos que se quedan parados y -como siempre sucede- se quedan en la puerta, impidiendo el paso para los que llegan después, por lo que poniendo unas sillas plegables espero se pueda
satisfacer esa necesidad.
Esto es el resultado de la generosidad de los fieles y la administración que se hace de los bienes económicos, que no son del sacerdote ni de los mayordomos o encargados del templo, sino que son bienes de la comunidad
Dios recompense la generosidad de los fieles asistentes y los devotos de san Judas Tadeo, que son muchos.
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